Técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP)
Es un procedimiento de emergencia que busca mantener la circulación sanguínea y la oxigenación del cerebro y otros órganos vitales en pacientes que han sufrido una parada cardiorrespiratoria
La técnica de RCP en adultos consta de los siguientes pasos:
Verificar la seguridad del entorno y pedir ayuda
Antes de realizar cualquier maniobra de RCP, es importante verificar que el entorno es seguro para el paciente y para el reanimador. Además, se debe pedir ayuda a otras personas cercanas para que se sumen a la ayuda.
Evaluar la respuesta del paciente
Se debe evaluar si el paciente está consciente o inconsciente, si presenta signos de respiración normal o anormal, y si tiene pulso. Si el paciente está inconsciente y no tiene pulso, se debe comenzar con la RCP.
Llamar al servicio de emergencia
Es importante llamar al servicio de emergencia para que llegue lo antes posible al lugar y pueda brindar ayuda adicional.
Comenzar con la RCP
Se debe iniciar la RCP realizando compresiones torácicas con una frecuencia de 100-120 por minuto y una profundidad de al menos 5 cm en el centro del tórax. Se recomienda alternar las compresiones con ventilaciones con mascarilla con una proporción de 30:2, es decir, 30 compresiones seguidas de 2 ventilaciones.
Uso de un desfibrilador externo automático (DEA)
Si se cuenta con un DEA, se debe utilizar lo antes posible para analizar el ritmo cardíaco del paciente y administrar descargas eléctricas si es necesario.
Continuar con la RCP hasta que llegue la ayuda
Es importante continuar con la RCP hasta que llegue la ayuda médica y se tomen medidas adicionales.
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